El cristianismo es ilegal en IRA'N. Sin embargo, a pesar de enfrentarse al encarcelamiento, la tortura y la ejecución, millones de iraníes abandonan la fe musulmana y se convierten al cristianismo.

De acuerdo con la organización Puertas Abiertas Internacional, existen más de 1,2 millones de seguidores que viven bajo la influencia del opresivo gobierno islámico iraní.
Este fenómeno está ocurriendo a pesar de los intentos del régimen por perseguir a los fieles, difundir desinformación y fomentar una visión negativa del cristianismo. 
Los nuevos seguidores de Cristo comparten su testimonio principalmente a través de conversaciones tranquilas, animados por estudios bíblicos en línea de bajo perfil y fortalecidos por visiones, sueños y respuestas milagrosas a la oración. 
Debido a sus circunstancias peligrosas, los recién convertidos expresan con entusiasmo el cambio en sus vidas a amigos y seres queridos, pero lo hacen discretamente y con precaución. Sin embargo, su testimonio discreto pero constante da cuenta del considerable número extraordinario de nuevos creyentes iraníes, quienes se congregan en pequeñas reuniones en hogares.
Mujeres como Marziyeh Amirizadeh han permanecido firmes en su fe a pesar de haber sido encarceladas y torturadas en la prisión de Evin, en Teherán, por ser cristianas.
Antes de su exilio, ella y una amiga introdujeron de contrabando 20.000 copias de la Biblia a Teherán porque recibieron una revelación divina para "sembrar las semillas".
"Éramos conscientes de la gran sed que tienen los iraníes. Y cuando regresamos [a Teherán], no teníamos idea de qué hacer ni cómo servir al Señor. Recuerdo que oramos y le pedimos una visión", rememoró Marzi. "Un día, mientras leía la Biblia, Dios me mostró que IRA'N es como un inmenso desierto. No hay semillas en esta tierra. Y Él me dijo: 'Siembras algunas semillas y Yo las haré crecer por medio del poder del Espíritu Santo'".
Así comenzó su esfuerzo por llevar el Nuevo Testamento a los creyentes de esa nación. Eventualmente, Marzi fue encarcelada por compartir su fe y enviada a la prisión de Evin. Hoy en día, Marzi viaja por todo el mundo compartiendo su historia inspiradora de fe en medio de la persecución y aboga por la libertad del pueblo iraní.
"Un gran despertar ha comenzado en IRA'N", agregó.