Desde las 18:30 horas, los asistentes tuvieron la oportunidad de participar en un espacio de encuentro donde se abordaron temas importantes como las adicciones. Este evento se convirtió en una ocasión única para compartir, aprender y reflexionar juntos en un ambiente amigable y acogedor. Los presentes disfrutaron de buenas conversaciones, intercambiando ideas y experiencias sobre un tema tan relevante como las adicciones, generando conciencia y promoviendo la solidaridad entre los miembros de la comunidad. La Iglesia Unión Pentecostal demostró una vez más su compromiso con el bienestar y la integración de la comunidad de Malargüe, ofreciendo espacios de dialogo y reflexión que fortalecen los lazos comunitarios y propician un ambiente de apoyo mutuo. Sin duda, esta iniciativa ha dejado una huella positiva en todos los participantes, quienes pudieron disfrutar de un momento enriquecedor y constructivo en un entorno de respeto y colaboración. La Iglesia Unión Pentecostal sigue siendo un faro de luz y esperanza en la comunidad, brindando oportunidades para el crecimiento personal y la unión colectiva. Daniel Uvilla