Es inspirador recordar que cuando permitimos que Dios entre en nuestras vidas, Él nos guía y ordena cada paso para traer armonía y propósito a nuestras existencias. Provenientes de un pasado marcado por el desorden y la falta de dirección, al aceptar a Cristo, comenzamos un camino de transformación donde lo antiguo desaparece y somos renovados en una nueva creación. Es importante comprender que los cambios que experimentamos al abrazar la fe no siempre son instantáneos; requieren paciencia y confianza en el proceso divino. El versículo nos insta a dejar atrás el pasado no bendecido, a ser conscientes de nuestra nueva identidad en Cristo y a adoptar hábitos y pensamientos renovados. Al entender que somos nuevas criaturas, podemos abrazar la oportunidad de cambiar nuestra perspectiva, soltar cargas pasadas y abrazar un futuro lleno de esperanza y propósito. Hoy los animo a iniciar este camino de renovación, a vivir como testigos de la transformación que solo Cristo puede obrar en nuestras vidas. Recordemos que al estar en Él, somos hechos nuevas criaturas y todas las cosas son renovadas. ¡Que este día sea el comienzo de una vida centrada en Cristo, llena de fe, amor y una profunda conexión con la voluntad de Dios! Pastor Alan Fleitas