El Apóstol, destacó durante su sermón la importancia del amor y la aceptación "Hoy es un día de retorno", proclamó, instando a todos los presentes a abrir sus corazones y dejar que la luz divina ilumine sus vidas. Las palabras resonaron profundamente, especialmente entre aquellos que llegaron buscando redención y un nuevo propósito. A medida que avanzaba la noche, la conexión entre los asistentes se hizo palpable. Los abrazos y las lágrimas de alegría compartidas simbolizaban no solo reencuentros, sino también un renovado sentido de pertenencia. Este evento no solo fue un llamado a los hijos pródigos, sino una celebración de la familia espiritual que se forma en torno a la fe. El Ministerio Asamblea Evangélico de Dios continúa su labor, comprometido con la misión de llevar mensajes de esperanza y amor en cada encuentro. Con una convocatoria que ha demostrado ser un faro de luz en la comunidad, la expectativa crece para futuras campañas que sin duda seguirán impactando vidas y fortaleciendo la fe de muchos.