En Kibera, el barrio marginal más grande de África, cientos de miles de personas enfrentan grandes desafíos como la pobreza extrema y la falta de acceso a agua potable. La favela más grande del mundo se transforma en un pueblo de esperanza que logra 22 mil almas para Cristo. Sin embargo, gracias al trabajo de The Bucket Ministry, un grupo con sede en Texas, se está logrando un impacto significativo distribuyendo filtros de agua y compartiendo el amor de Dios. Este ministerio ha cambiado vidas al proporcionar una necesidad básica tan esencial como el agua limpia. Kibera es conocido por su dura realidad, con casas pequeñas y precarias, y un sistema de agua contaminado que pone en riesgo la salud de sus habitantes. El agua disponible es a menudo una “maldición” más que una bendición, debido a la falta de un sistema adecuado de distribución, lo que resulta en contaminación con E. coli y otras enfermedades graves. Las condiciones de vida son extremadamente difíciles, con una gran escasez de servicios básicos. El enfoque de The Bucket Ministry no solo se centra en la distribución de filtros de agua, sino también en el evangelio como razón principal de su presencia en Kibera. A través de visitas casa por casa, los misioneros han compartido mensajes de fe y amor, complementando el impacto físico de los filtros con un cambio espiritual profundo. Este esfuerzo multifacético ha convertido su labor en un verdadero milagro para la comunidad. El impacto espiritual de la misión ha sido profundo, no solo en la cantidad de personas que han aceptado a Cristo, sino también en las transformaciones palpables en las vidas de los residentes de Kibera. La gente está abandonando actividades delictivas y ha comenzado a cambiar sus costumbres, lo que refleja una reforma moral y espiritual en la comunidad. Además, se han realizado más de 1.500 bautismos, incluido el de Samuel Mwang, quien compartió su testimonio de transformación.