Este movimiento busca reintroducir principios cristianos en la educación, con el argumento de que enriquece la comprensión cultural e histórica de los estudiantes. Muchos creen que esta medida fomentaría discusiones valiosas entre los jóvenes y sus familias. Adam Althouse, un padre de Texas, considera que ver los Diez Mandamientos diariamente en las aulas beneficiaría a su hijo y a otros estudiantes, ya que este ejercicio estimula reflexiones sobre los valores y principios morales. En Texas y otros estados, colaboradores como Jonathan Saenz apoyan este tipo de legislación, afirmando que ayuda a los estudiantes a entender mejor los fundamentos históricos y culturales. “Exhibir los Diez Mandamientos en las aulas de nuestras escuelas públicas permite a los estudiantes comprender y apreciar nuestra herencia, los sistemas legales y la conexión de los Diez Mandamientos con la civilización occidental”, dijo Sáenz, quien afirma que estas medidas son impulsadas por los notables cambios en la política americana. “Estamos seguros de que esto es lo que quieren los votantes. Quieren asegurarse de que preservemos nuestros valores, que enseñemos sobre estos temas en nuestras escuelas públicas y que volvamos a lo básico”, añadió. Los legisladores detrás de estas propuestas legislativas reciben un impulso adicional gracias a los cambios políticos recientes y a decisiones de la Corte Suprema que han facilitado una mayor expresión religiosa dentro de las escuelas. “Dios se menciona en la Declaración de Independencia. Está en nuestro dinero, en canciones como ‘Dios bendiga a América’, en nuestra literatura y en nuestro juramento a la bandera”, dijo el senador estatal de Montana, Keith Regier. “¿Por qué no mencionaríamos a Dios en nuestras escuelas? Los tribunales deben entender que, al eliminar a Dios, lo están reemplazando con nada”, agregó.