El objetivo principal de esta celebración fue mostrar el trabajo misionero que la organización del Nazareno realiza en diferentes partes del mundo, llevando el mensaje del evangelio de Jesús a través de su semillero de misiones.

Durante la fiesta, los asistentes tuvieron la oportunidad de sumergirse en un ambiente multicultural, donde cada rincón estaba representado por un país distinto. Los stands presentaban los platos tradicionales de cada nación, permitiendo a los visitantes deleitarse con una amplia variedad de sabores y texturas.

Además de la gastronomía, la música y el baile formaron parte esencial de la noche. Las diferentes comunidades presentes en el evento compartieron sus tradiciones mediante presentaciones artísticas y folklóricas, llenando el lugar de alegría y vivacidad.

La Fiesta de las Naciones se ha convertido en una oportunidad única para estrechar lazos entre culturas, fomentando el respeto y la tolerancia. Es un espacio para celebrar la diversidad y promover el entendimiento mutuo entre los diferentes pueblos que conforman nuestra sociedad.

La Iglesia Nazareo del Portezuelo, comprometida con el mandato de compartir el amor y la esperanza de Jesús, utiliza este evento como una forma de mostrar el impacto que su trabajo misionero tiene en las comunidades alrededor del mundo. Este semillero de misiones se ha convertido en un instrumento para difundir el mensaje del evangelio y contribuir al desarrollo integral de las comunidades más necesitadas.

El éxito de la Fiesta de las Naciones refleja el compromiso y la dedicación de la Iglesia Nazareo del Portezuelo en su labor misionera. A través de eventos como este, se busca inspirar a más personas a unirse a esta noble causa y ser agentes de cambio en el mundo, difundiendo la paz, el amor y la fe en Jesús.