El matrimonio formado por Ezaquiel y Susana, junto con sus dos hijos Francisco y Antonella, llegaron a Guinea con el propósito de difundir el mensaje del Evangelio y brindar ayuda a las comunidades locales. Desde su llegada, se han involucrado en proyectos de desarrollo comunitario, educación y atención médica.

La familia Ramírez ha establecido una estrecha relación con la población local, respetando su cultura y tradiciones. Han trabajado incansablemente para mejorar las condiciones de vida de las personas, construyendo iglesias, instalando iluminaria, colaborando en clínicas sanitarias, dando alimentos a quienes más necesitan.

Además de su labor humanitaria, la familia también ha promovido la fe cristiana a través de la organización de reuniones comunitarias, estudios bíblicos y actividades para niños y jóvenes. Su enfoque en la educación y la formación espiritual ha tenido un impacto significativo en la vida de muchas personas en Guinea.

A pesar de los desafíos y dificultades que han enfrentado,  se han mantenido firme en su misión y ha sido una fuente de inspiración para la comunidad. Su dedicación y amor por los demás han dejado una marca indeleble en el corazón de aquellos a quienes han servido.

La familia Ramírez tiene la esperanza de seguir expandiendo su labor misionera en Guinea y continuar siendo un ejemplo de fe y servicio para otros. Su compromiso con la comunidad y su pasión por ayudar a los más necesitados son un testimonio conmovedor de los valores cristianos en acción."