Por el Pastor Alan Fleitas
Es una pregunta que resuena en nuestros corazones con más fuerza de la que a veces estamos dispuestos a admitir. En un mundo que nos grita constantemente sus definiciones, es fácil, incluso para el creyente, caer en la confusión. ¿Es el éxito cristiano sinónimo de prosperidad económica y bienes materiales? ¿Acaso se mide por una vida libre de enfermedades o problemas? Incluso, ¿basta con haber firmado un pacto de salvación y tener una "relación" nominal con Dios?
Hoy abordamos un tema fundamental en nuestra fe. Sabemos que Dios envió a Su Hijo para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, sino que tenga vida eterna (Juan 3:16). En Cristo, encontramos un regalo invaluable: salvación, vida eterna y vida en abundancia.
POR: ALAN FLEITAS Una y otra vez escuchamos en nuestras iglesias, reuniones y conferencias sobre “el propósito”. Hablamos de “ser luz”, de “impactar el mundo”, de “cumplir la Gran Comisión”. Son frases que resuenan con familiaridad, casi como un eco constante en nuestros oídos. Sin embargo, en medio de tantas palabras, hay una que parece estar en el centro de todo y, a la vez, ser una gran desconocida: el Reino de Dios.
Por El Pastor Alan Fleitas
Cuando el Evangelio llega a nuestra vida, se produce un milagro: un nuevo nacimiento. Nacemos por fe a una vida nueva, llenos de esa luz y gozo inicial que todo lo transforma. Es el primer amor con Cristo, un momento inolvidable. Pero, ¿qué sucede cuando llegan las tormentas? Un gran porcentaje de los creyentes, al enfrentar la adversidad, comienzan a dudar. Las bendiciones que una vez fueron tan tangibles parecen desaparecer, y las preguntas que nos apararece son : ¿Fue real? ¿Dios se olvido de mi?
Por el pastor Alan Fleitas
Una de las preguntas que con más frecuencia escucho entre hermanos en la fe es: “¿Cómo puedo estar seguro de mi salvación?”. Es una inquietud que nace de la batalla espiritual, de los altibajos emocionales o simplemente de no haber profundizado lo suficiente en lo que la Palabra de Dios nos dice al respecto.
Por el Pastor Alan Fleitas
Vivimos en una una sociedad que constantemente nos define por lo que hacemos, lo que tenemos o lo que hemos logrado, la Palabra de Dios nos revela una verdad transformadora: nuestra identidad no se basa en nuestro desempeño, sino en nuestra posición en Cristo.
En los tiempos que corren, donde lo visual y lo emocional son primordial en casi todo el ámbito de la vida, la fe cristiana no escapa a esta tendencia.
