La organización que encargo la encuesta (The Center for Bible Engagement) dijo que los resultados ofrecen algunas señales de temor que los padres y líderes de la fe deben abordar. La actual crisis de salud mental -incluido el hecho de que más del 50% de las chicas de secundaria y bachillerato afirman sentirse desesperanzadas y deprimidas- y el alejamiento general de la fe han hecho sonar las alarmas, y los datos ofrecen un motivo real de preocupación. La investigación se amplió para explorar a jóvenes de numerosos países: Australia, Brasil, Canadá, Estados Unidos, India, Indonesia, Japón, Reino Unido y Singapur. El estudio descubrió que los comportamientos destructivos entre los adolescentes podrían tener algo que ver con parte de la "confusión transgénero y sexual" que se vive en Occidente, entre otros factores relacionados. El "factor de riesgo de suicidio" afecta a uno de cada cinco hombres y una de cada cuatro mujeres, y al 31% de los jóvenes que se identifican como transexuales o de género no conforme. La incertidumbre sobre las creencias espirituales, y creer en Dios, pero sin una relación con Jesús" fueron algunos de los factores de riesgo observados en la investigación para el aumento de los pensamientos destructivos. No es sorprendente que uno de los factores de protección fuera "dedicarse a la Biblia cuatro o más días a la semana". En el frente de las redes sociales, expertos señalan que se trata de algoritmos que llevan a los jóvenes por diversos caminos y madrigueras. Aquí es donde la mensajería secular puede realmente apoderarse de las mentes jóvenes. Dado que la mayoría de los adolescentes declaran utilizar a diario YouTube, TikTok, Snapchat y/o Instagram, estos factores son muy importantes. La pregunta clave, por supuesto, es: ¿cuál es la solución? Es esencial ayudar a construir una cosmovisión bíblica en los jóvenes para prepararlos para hacer frente a estos mensajes si es que llegan a fructificar, especialmente teniendo en cuenta la omnipresencia y la facilidad de uso de las redes sociales. Esta es una de las razones por las que el Center for Bible Engagement está creando una aplicación de acondicionamiento espiritual para ayudar a guiar a la gente en el proceso. En la investigación participaron 4.700 adolescentes de 14 a 17 años de nueve países.