Para muchos la ONU es el organismo mundial que más defiende a las personas, a los derechos humanos, a la libertad. Para muchos es el organismo principal en el resguardo de los derechos más vulnerados y atacados por los seres humanos. Pero la gran pregunta es, ¿es la ONU tan inofensiva como muchos creen que es? ¿es la ONU quien vela por todos los derechos humanos por igual? ¿es la ONU parte de una agenda mucho mayor? ¿es la ONU un instrumento que induce una agenda que vamos a ver con más claridad establecida en nuestros países?

Según la ONU, uno de los pilares que más ha defendido es la libertad religiosa, según el último informe de este tema declara lo siguiente:

“La libertad religiosa termina donde comienzan los derechos LGBT”. El informe pide a los gobiernos que amenacen y castiguen a líderes religiosos y a las organizaciones que no se ajusten a la ortodoxia LGBT. En un movimiento nuevo y sin precedentes, pide a los gobernantes que desestabilicen las religiones desde el interior, apoyando a las facciones pro LGBT que existen dentro de las diversas denominaciones religiosas.

En otras palabras, el organismo insta a los gobiernos a promover todos los aspectos religiosos que apoyen el movimiento LGBT, de esto se desprende la “ayuda” financiera que llegan a arcas de iglesias que promueven este movimiento, en donde se puede observar “pastores no binarios”, “pastores de orientaciones sexuales diversas”, etc.

En este marco, la ONU dirige un mensaje contundente a los gobiernos, (no a las personas directamente) que se sumen a estas ideas, para debilitar a las iglesias conservadoras que no apoyan esta ideología, en contraprestación de apoyar y fomentar a aquellas iglesias que promueven el colectivo LGBT.

Según el informe, las religiones enseñan que el comportamiento homosexual es un pecado o que el sexo es una realidad inmutable, y por ende están violando los derechos humanos. Expresa literalmente lo siguiente: “Hay rincones oscuros donde las personas LGBT son vistas como pecadores y ciudadanos de segunda clase, donde son despreciados y abusados”.

Otra cita que menciona este documento, dice así; “los límites establecidos en la concepción misma de la libertad de religión y creencia, incluidos los derechos fundamentales de las personas LGBT, son clave para la plena compatibilidad de religión y creencias con todas las acciones necesarias para combatir la violencia y discriminación contra ellas”. “Se establece que toda diferencia con este colectivo debería ser unificada con las creencias religiosas dentro una sociedad feliz y armoniosa”. En resumen, la libertad religiosa termina donde comienzan los derechos LGBT.

Esto establece que ahora, nuestra libertad religiosa tiene límites, y los límites son no ofender al colectivo LGBT. En diversos países de occidente los creyentes no pagan multas ni vamos a prisión por hablar de Jesús, todo lo contrario, este panorama abre la posibilidad de pagar multas e ir a prisión por decir que la practica homosexual es pecado, por decir que no lo consideramos bien, no nosotros, sino lo establecido por la palabra de Dios. Quieren libertad para todos, pero toda libertad ahora será condicionada para que ahora esta ideología siga expandiendo sus ideas sin ningún tipo de oposición. Este documento, es la herramienta para empezar a silenciar a todo aquel, que llame al movimiento LGBT pecado o malo.

Es tiempo de no dormir más, es tiempo de despertar, de no quedarnos callados, sobre todo de vestir la armadura de Dios, días de persecución, días de cohibición se vienen sobre la iglesia verdadera, días de presión social sobre los verdaderos creyentes, que van a querer ser enmudecidos, van a prohibirles decir que es pecado lo que la biblia dice. ¿Serás de los que se callen? ¿o serás de los valientes que obedecerás a Dios antes que a los hombres?

Por Diego Ontivero.