Como se menciona en 2 de Corintios, "de modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es. Las cosas viejas pasaron; he aquí, todas son hechas nuevas." Este pasaje nos recuerda que el Evangelio ofrece una oportunidad de renovación y restauración, donde aquellos que buscan un cambio genuino encuentran en Cristo la respuesta a sus anhelos más profundos.

Es importante subrayar que el Evangelio es totalmente voluntario. Es un llamado a la salvación dirigido a aquellos que reconocen su necesidad de redención y anhelan liberarse de las cadenas que los atan. Aquellos que han aceptado a Cristo en sus corazones deben comprender la magnitud de esta decisión, como se expresa en Efesios 2:1: "Antes, ustedes estaban muertos para Dios, pues hacían el mal y vivían en pecado; seguían el mal ejemplo de la gente de este mundo, y obedecían al poderoso espíritu en los aires, que gobierna sobre los malos espíritus y domina a las personas que desobedecen a Dios."

El Evangelio no solo implica un cambio inicial en nuestras vidas, sino un proceso continuo de transformación. Es un viaje de fe y crecimiento espiritual que nos desafía a reflejar con nuestro comportamiento y actitudes que somos seguidores comprometidos de Jesucristo. Cada día, tenemos la oportunidad de demostrar al mundo que hemos sido tocados por la gracia de DIOS  y que nuestra vida está en constante cambio  hacia la santidad.

En última instancia, compartir el Evangelio no se trata solo de transmitir palabras vacías, sino de ser testigos vivientes del poder transformador de la cruz. Invitamos a todos nuestros lectores a reflexionar sobre el impacto que el Evangelio ha tenido en sus vidas y a considerar cómo pueden compartir esta buena nueva con aquellos que los rodean, iluminando así el camino de otros con la luz de Cristo.

Pastor:Alan Fleitas