La celebración incluyó una serie de actividades recreativas cuidadosamente organizadas, donde los niños pudieron disfrutar de juegos que estimularon su creatividad y habilidades de cooperación. Además, se llevaron a cabo presentaciones de danza que no solo entretuvieron, sino que también inspiraron con su mensaje. Uno de los momentos más emotivos de la tarde fue la oportunidad para compartir un refrigerio, permitiendo a los niños y a sus familias disfrutar de un espacio de convivencia y comunidad. La jornada también estuvo marcada por una especial palabra de Dios, diseñada para sembrar valores de amor, respeto y esperanza en los corazones de los pequeños asistentes. El evento ofreció un espacio seguro y acogedor para que los niños se sintieran valorados y escuchados, subrayando la importancia de guiarlos con principios positivos. "Enviame a Mí" demostró una vez más su compromiso con el bienestar y desarrollo integral de la niñez, al brindar una experiencia que combinó la fe y la diversión de manera armoniosa.