Se registraron más de 800 incidentes, de los cuales 640 fueron verificados. Esto representa un notorio incremento respecto a los años anteriores. El informe muestra un marcado aumento en comparación con los 601 casos registrados en 2023. Además, refleja casi una cuadruplicación de los incidentes respecto a los 147 documentados hace una década, en 2014. Esta tendencia subraya una persistente escalada de violencia. La situación para los cristianos en la India ha alcanzado niveles críticos. Se informa que entre cuatro y cinco iglesias y pastores son atacados diariamente. Estos incidentes casi se duplican los domingos, poniendo de aliviar la gravedad de la persecución. El reverendo Vijayesh Lal, secretario general de la EFI, destacó la alarmante frecuencia de estos ataques. La comunidad cristiana se enfrenta a una realidad cada vez más peligrosa y marginada en la India. La continua escalada de violencia advierte sobre un panorama preocupante para la libertad religiosa en el país. “La capacidad limitada de investigación en zonas remotas y la renuencia de las víctimas a presentarse debido a las amenazas limitan aún más nuestra capacidad de documentar el alcance total de la crisis”, dijo Lal. El informe de la EFI subraya que Uttar Pradesh es el estado con el mayor número de incidentes de violencia contra cristianos en la India, con 188 casos, seguido de Chhattisgarh con 150. Punjab y Rajastán también han surgido como nuevas zonas de persecución religiosa. Estos estados han experimentado un aumento significativo en la violencia dirigida a los cristianos. Los incidentes se concentraron principalmente en meses específicos como enero, septiembre, marzo y octubre. Durante las elecciones generales de 2024, se registraron 45 casos en meses clave, lo que indica una vulnerabilidad persistente para las minorías religiosas. La violencia se intensificó incluso en momentos políticamente sensibles. La EFI critica el uso indebido de las leyes anticonversión, que colocando la carga de la prueba sobre los acusados y dificultan su defensa. Piden al gobierno indio que garantice la protección policial, prevenga la violencia de grupos extremistas y mejore las garantías jurídicas para las víctimas. También instala al gobierno en respetar la libertad de religión garantizada por la Constitución india.