Está cumpliendo una condena de tres años y siete meses por “actividades de propaganda contra el régimen” debido a su papel en una iglesia doméstica. Su salud es motivo de preocupación, ya que padece una afección cardíaca y enfrenta dificultades para recibir atención médica. Después de ser arrestado en diciembre de 2023, Amir-Ali fue detenido en el pabellón 209 de la prisión de Evin, bajo control del Ministerio de Inteligencia. Posteriormente, fue liberado bajo fianza después de intensos interrogatorios. Su condición cardíaca se diagnosticó entre su liberación y su sentencia, y se cree que se debió al estrés causado por su detención inicial. La condición de salud de Amir-Ali se ha visto empeorada por la falta de atención médica adecuada. A pesar de sus solicitudes para ser remitidas a un cardiólogo, estas han sido rechazadas. Recientemente, fue golpeado por un funcionario de la prisión por solicitar atención médica, lo que ha exacerbado su situación de salud. A principios de este mes, Amir-Ali fue golpeado directamente en el pecho por un guardia de prisión llamado Mehdi Salimi, lo que ha empeorado su condición cardíaca. A pesar de esta violencia, todavía no ha recibido el tratamiento médico necesario. Se teme que su salud pueda deteriorarse aún más durante la temporada del Año Nuevo persa, cuando los servicios médicos son más limitados. Amir-Ali solicitó la libertad condicional en enero, pero su petición fue bloqueada por agentes del Ministerio de Inteligencia debido a su falta de cooperación. Las autoridades suelen obligar a los detenidos a aceptar condiciones extrajudiciales para poder acceder a beneficios como la libertad anticipada. Organizaciones como el Artículo 18 exigen la liberación inmediata de Amir-Ali y critican la negación de tratamiento médico y la violencia que ha sufrido. También piden que se reconozcan las iglesias domésticas como lugares legítimos de culto para los cristianos iraníes y que se tomen contra el oficial responsable de medidas la agresión, Mehdi Salimi.