Por DAMIAN SILEO Pablo Muñiz nació hace 48 años en la provincia de Córdoba y luego de que sus padres se mudaron a la ciudad de Buenos Aires, su adolescencia le marcó el camino que iba a seguir por el resto de su vida. Sus inicios tirando cables y colaborando con el departamento de medios en la iglesia a la que asistía en ese tiempo, fueron marcando el rumbo y acrecentando su amor por el séptimo arte. ¿Cuándo supiste que serías productor de cine y en qué circunstancias? En la iglesia a la que asistía, fundamos una productora audiovisual; la idea era ayudar a otras instituciones que quisieran contar el mismo tipo de historias que nosotros. Esta productora fue creciendo hasta que me encontré con un gran productor de cine quien con el tiempo se convirtió en un amigo: él es Javier Leoz. Javier me habló de lo cercano que podría ser llevar una película al cine para nosotros, por todo lo que ya estábamos haciendo, así que ahí nació ese anhelo de llevar nuestras historias a la pantalla grande. Haciendo un examen retrospectivo, ¿qué recuerdas de aquel Pablo Muñiz que miraba con asombro las primeras cámaras a este experimentado productor que vio cómo la evolución tecnológica hizo dar un giro enorme a la industria cinematográfica? Creo que principalmente todo se fue haciendo más alcanzable. Antes me parecía una locura la idea de llevar una película al cine, filmar en otro país, producir para instituciones tan grandes en los Estados Unidos, hacer series de televisión para prime time. Al inicio creo que era como un juego, me encantaba lo que hacía y aún hoy me encanta, pero en ese momento creo que había un poco más de ingenuidad. Fue una etapa de mucho aprendizaje, de experimentación. Pablo Muñiz es, además de un gran profesional en este arte, una persona de fe, y como tal, traslada sus convicciones a este trabajo que se presta para esto. Tal es así que podemos hablar de un submundo del cine cristiano que está en pleno auge, con grandes productoras y notables filmes que nada tienen que envidiarles a otras producciones del mercado convencional. ¿Viste en el cine un lugar donde podrías trabajar de lo que te gusta y reflejar tu costado religioso? ¿O se fue dando naturalmente? Sí, claro, el cine es un medio artístico y como tal uno termina hablando de lo que tiene adentro. En mi caso la fe es el motor interior más importante que tengo, entonces todas las historias que cuento van por ese lado. Algunos de los proyectos que tuvo a cargo la producción general o ejecutiva son las series para TV prime time: “El Secreto de los Rossi”, “La misión”, “El otro” y “Vida política”. También los documentales “Regreso a Ti 3D”, de Alex Campos y “Sigues Siendo Dios”, de Marcos Witt. Y el largometraje “Poema de Salvación”. Fue productor ejecutivo del programa de TV Salida Directa, el cual se emitió por todo el continente en diferentes estaciones de TV, una coproducción con CBN (Christian Broadcasting Network) para todo el mercado de habla hispana. También tuvo a su cargo el programa de TV semanal Buenas Noticias, que se emitió en toda Argentina por la pantalla de Televisión Pública. ¿Qué lectura haces del crecimiento del cine religioso en los últimos años? El cine de fe te diría que en los últimos 10 o 15 años creció muchísimo, principalmente en los Estados Unidos, donde se habla que hay unos 100 millones de cristianos protestantes. Para esta industria es un mercado muy grande, y eso se ve reflejado en un gran aumento de producciones cada año, no solo en los Estados Unidos, sino también en Latinoamérica. Cuando estrenamos la película “Poema de Salvación” en el 2009 casi no había premiers de películas de fe en los cines de América Latina. Esta película la estrenamos en todo Latinoamérica y en los Estados Unidos. La sorpresa fue que este proyecto dio inicio a la distribuidora de cine de fe más grande de América, Canzion Films. Desde ese momento hasta ahora esta industria creció mucho. Actualmente, Muñiz se trasladó a los Estados Unidos, con el objetivo de desarrollar nuevos proyectos para otros mercados. Obtuvo reconocimientos internacionales como los premios Arpa, el cual en 3 años diferentes sus producciones fueron premiadas por este importante galardón de la industria. También es constante su presencia en grandes eventos que reúnen a productores y directores de cine tanto en los Estados Unidos como en Latinoamérica, como NRB, ICVM, COICOM y CREA (de este último Muñiz es miembro de la junta ejecutiva). Este tiempo que le toca estar en el país del norte lo encontró con el regreso a la presidencia de Donald Trump, un polémico empresario y político que siempre mostró simpatía por el pueblo cristiano y que, se presume, sus políticas podrían jugar a favor de una mayor apertura para que los cristianos no se encuentren tan al margen del mundo del espectáculo, visiblemente gobernado por ideologías que distan bastante de los valores cristianos. ¿Qué lectura hace Muñiz al respecto? Creo que (Donald Trump) es un hombre muy controversial, y desde mi visión siempre lo vi muy cerca de la iglesia y a favor de muchos valores cristianos, así que en líneas generales para la iglesia parece algo positivo. Mucho más no te podría decir, jaja. ¿Te imaginas produciendo o dirigiendo una película sobre Donald Trump? Podría ser una idea interesante, no es algo que tenga pensado por el momento, pero con un enfoque correcto podría ser un proyecto interesante. ¿Cómo termina este 2024 para Pablo Muñiz y qué proyectos hay para el año próximo? Estamos muy contentos con varios proyectos en los que pudimos participar, como documentales, programas de TV y publicidades. Y para el próximo año esperamos que varios de ellos, que tenemos en desarrollo, puedan salir a la luz. Estamos trabajando en un largometraje, 2 series documentales, un reality y varios proyectos más, tenemos más de 10 proyectos en desarrollo; nos mantenemos entretenidos.