El asentamiento se dividirá en dos secciones: cuatro hogares estarán destinados a "vecinos intencionales", personas que buscan vivir como buenos vecinos para apoyar la base del asentamiento; mientras que ocho hogares serán para aquellos que han experimentado la falta crónica de vivienda. Brickey destacó que esta iniciativa se basa en un modelo exitoso previamente implementado en St. Paul y Roseville, donde se ha observado una profunda sanidad holística y una comunidad saludable sin delitos ni quejas.

Este proyecto, financiado de forma privada, permitirá seleccionar cuidadosamente quiénes serán los residentes, considerando criterios preestablecidos. Además, el pastor mencionó que las relaciones establecidas con personas sin hogar en la comunidad también serán clave para identificar a los candidatos adecuados.

El asentamiento de casas pequeñas estará ubicado cerca del edificio principal de la iglesia, rodeado de paisajes naturales locales para brindar privacidad a sus residentes. Brickey enfatizó que este esfuerzo se alinea con la visión de Jesús sobre la justicia y la misericordia, mostrando que es fundamental combinar la espiritualidad con acciones tangibles de ayuda a los necesitados.

En última instancia, la Iglesia de la Puerta Abierta busca administrar sus recursos de manera responsable, dando prioridad al avance del Reino de Dios en la Tierra. El pastor subrayó que siguen el ejemplo de Jesús al reimaginar su propiedad como un lugar de sanación y apoyo para la comunidad.