Sanger, cuyo nombre de bautizo es Lawrence Mark Sanger, afirmó que se siente llamado a cumplir con la misión cristiana de predicar el Evangelio, y que su forma de hacerlo es compartiendo su propia historia de conversión.  
“Por fin ha llegado el momento de confesar y explicar, plena y públicamente, que soy cristiano”, escribió.

“Los seguidores de este blog probablemente ya lo sospechaban, pero ya es hora de que comparta mi testimonio como corresponde”, añadió.

“He sido llamado a ‘ir por todo el mundo y predicar el Evangelio a toda criatura’. Una de las formas más efectivas de hacerlo es contar la historia de tu conversión”, resaltó en su relato.

Sanger, creció en una familia cristiana luterana, con padres que se conocieron en el Sínodo de Missouri. Sin embargo, a pesar de ser confirmado en la iglesia a los 12 años, perdió su fe durante la adolescencia.

Durante 35 años, Sanger se identificó como no creyente, abrazando la racionalidad, el escepticismo metodológico y un enfoque riguroso. Su círculo social, influenciado por su formación en filosofía analítica y su interés en Ayn Rand, estaba compuesto principalmente por ateos.

Sanger aclaró que no era un “enemigo de la fe” como Richard Dawkins, sino un escéptico que criticaba ambos lados del debate sobre la existencia de Dios. Su objetivo es llegar a aquellos que, como él antes, son pensadores racionales abiertos a la idea de la fe pero que aún no están convencidos.
La conversión de Sanger comenzó en 2019 cuando sus objeciones a la fe comenzaron a desvanecerse gradualmente. Comenzó a leer la Biblia, orar y reexaminar argumentos filosóficos sobre la existencia de Dios, regresando a la fe de manera silenciosa e incómoda en 2020.