Con esta resolución, se concluyó una prolongada disputa legal iniciada por una organización feminista que se oponía a la definición propuesta por el Gobierno regional de Escocia.
“La decisión unánime de este tribunal es que la definición de los términos mujer y sexo en la Ley de Igualdad de 2010 se refieren a una mujer biológica y al sexo biológico”, declaró Patrick Hodge, vicepresidente del Tribunal Supremo británico, citado por The Daily Telegraph.

El caso se centra en si una mujer transgénero con un certificado de reconocimiento de género (GRC), un documento oficial que valida legalmente su nuevo género, debe estar protegida contra la discriminación como mujer bajo la legislación actual.

El grupo For Women Scotland (FWS) sostiene que esos derechos deben aplicarse únicamente según el sexo biológico, y cuestionó las directrices del Gobierno escocés que reconocen a las personas trans con GRC el derecho a protecciones y facilidades basadas en su género.

Aunque la Justicia aclaró que la reciente decisión no debe interpretarse como una victoria para ninguna de las partes—pues la ley de igualdad también protege a las personas trans contra la discriminación—, los críticos del género celebraron el fallo como un triunfo del “sentido común”, alegando que la “autoidentificación de género está muerta”.

“Los perros y los niños pequeños saben qué es el sexo. Es una de las cosas más concretas de la naturaleza”, manifestó Susan Smith, codirectora del grupo FWS.

El juez Hodge recordó que la Ley de Igualdad brinda a las personas trans protección no solo contra la discriminación directa, sino también contra formas indirectas y el acoso relacionado con su género.